miércoles, 17 de septiembre de 2014

Una semana para desintoxicar la piel

Si antes de las vacaciones todo el mundo se empeñaba en ponerse a punto para presumir en traje de baño, después de los días de sol, vacaciones, playa o piscina, toca cuidarse de nuevo. Corte de cabello, un par de semanas comiendo más sano, algún tratamiento facial y, por supuesto, no hay que olvidarse de la piel del cuerpo, que, aunque bronceada, suele empezar a mostrarse más apagada y a delatar pequeñas imperfecciones.

La brasileña Tahone Jacobs, creadora de la firma de cosmética natural Per Purr, ha diseñado un plan 'Skin Detox' para llevar a cabo durante una semana. Gracias a la combinación de diferentes técnicas exfoliantes, que ayudan a eliminar toxinas y células muertas, e hidratantes, se consigue una piel más suave y, de paso, se logra mantener el bronceado.

Lo mejor, es que se puede hacer en casa y la mayor parte de los ingredientes se encuentran en la despensa de la cocina. Y lo peor... que, como toda rutina de belleza, requiere cierta disciplina para no saltarse ninguno de los pasos y buscar esos 10 minutos al final o al principio del día y convertirlos, no solo en un momento para cuidarse sino para relajarse. Jacobs lo corrobora: "Con este plan no sólo se consiguen beneficios a nivel dérmico, sino que quien lo haga entrará en un estado de relajación profunda, perfecto para cargar las pilas".

Día 1. Cepillado en seco: Mucha gente suele usar un guante de crin en la ducha, pero Tahone Jacobs propone hacer algo similar con la piel seca. Basta con un cepillo de baño con cerdas naturales (también valdría una esponja vegetal sin estar mojada) y pasarlo, de pies a cuello, con movimientos circulares cortos y suaves. Al final, la piel puede quedar un poco enrojecida. Es una buena idea incluir este gesto de forma semanal, sobre todo en las piernas, para estimular la circulación y tonificar la zona.

Día 2. Baño de té: Se prepara una infusión (2 litros de agua) de manzanilla y romero (esta es más fácil de encontrar en un tienda naturista), y si se puede, se añade lavanda en hoja seca, para un extra de aroma y relax. La idea es terminar la ducha aplicando la infusión sobre todo el cuerpo. Tahone Jacobs recomienda no lavarse para quedarse con el aroma.

Día 3. Pediluvio. Lo ideal es comprar sal de Epsom en la farmacia -aunque se puede recurrir a una sal marina-, y echar cuatro cucharadas en un recipiente lleno de agua tibia, al que se añaden 10 gotas de aceite esencial de lavanda. Se sumergen los pies durante cuarto de hora y se lava con agua fría. El efecto relajante y descongestionante es inmediato. Un truco: colocar unas canicas o piedras redondas decorativas en el recipiente, y presionarlas con los pies.

Día 4. Exfoliación de manos: ¿Quién no tiene en casa un limón, azúcar, miel y aceite de oliva? Jacobs propone mezclar una cucharada de miel con dos de azúcar -mejor morena-, y aceite. La pasta se aplica en las manos y se masajea lentamente. Tras aclararlo, se introducen los dedos dentro del limón, que previamente se ha partido por la mitad. ¿El toque final? Una crema ultra hidratante. Y si se tiene manteca de karité, el resultado es espectacular.

Día 5. Mascarilla facial. Se mezcla una cucharada sopera de yogur natural o griego (importante que no sea desnatado) con una cucharadita de miel, y se aplica sobre la piel limpia y seca. Tras 15 minutos se retira con agua tibia. La fundadora de Pur Perr señala que esta receta ayuda a eliminar bacterias de la piel y deja el rostro fresco y suave. Lo cierto es que a la mañana siguiente, se nota que la tez está más descansada...

Día 6. Exfoliación de labios. Otro truco para practicar durante todo el año. Consiste en aplicar miel sobre los labios como si fuera un bálsamo al uso, y sobre ella, se extiende una fina capa de azúcar, que se frota suavemente por la zona. Y adiós a las pieles secas y pequeñas arruguitas.

Día 7. Exfoliación sublime. Para el último paso, Tahona Jacobs recomienda usar exfoliante, que incluya una combinación de sal marina y de Epsom. La experta recomienda aplicarlo sobre la piel húmeda (mientras uno se ducha) y frotar primero ligeramente y después masajear de forma enérgica.

¿El resultado final? Después de una semana de cuidados intensivos -no olvidemos que la piel del cuerpo no se mima tanto como se debiera-, los frutos se notan. Hay menos granitos en la espalda, las piernas 'brillan' más cuando se aplica la hidratante, y el bronceado permanece aunque ya hayan pasado semanas de no tomar el sol.
Fuente yodona. com

No hay comentarios:

Publicar un comentario