Si
antes de las vacaciones todo el mundo se empeñaba en ponerse a punto para
presumir en traje de baño, después de los días de sol, vacaciones, playa o
piscina, toca cuidarse de nuevo. Corte de cabello, un par de semanas comiendo
más sano, algún tratamiento facial y, por supuesto, no hay que olvidarse de la piel del cuerpo, que, aunque
bronceada, suele empezar a mostrarse más apagada y a delatar pequeñas
imperfecciones.
La
brasileña Tahone Jacobs, creadora de la firma de cosmética
natural Per Purr, ha diseñado un plan 'Skin Detox' para
llevar a cabo durante una semana. Gracias a la combinación de diferentes
técnicas exfoliantes, que ayudan a eliminar toxinas y células muertas, e
hidratantes, se consigue una piel más suave y, de paso, se logra mantener el bronceado.
Lo
mejor, es que se puede hacer en casa y la mayor parte de los ingredientes se
encuentran en la despensa de la cocina. Y lo peor... que, como toda rutina de
belleza, requiere cierta disciplina para no saltarse ninguno de los pasos y
buscar esos 10 minutos al final o al principio del día y convertirlos, no solo
en un momento para cuidarse sino para relajarse. Jacobs lo corrobora: "Con
este plan no sólo se consiguen beneficios a nivel dérmico, sino que quien lo
haga entrará en un estado de relajación profunda, perfecto para cargar las
pilas".
Día
1. Cepillado en seco: Mucha gente suele usar un guante de crin en
la ducha, pero Tahone Jacobs propone hacer algo similar con la piel seca. Basta
con un cepillo de baño con cerdas naturales (también valdría una esponja
vegetal sin estar mojada) y pasarlo, de pies a cuello, con movimientos
circulares cortos y suaves. Al final, la piel puede quedar un poco enrojecida.
Es una buena idea incluir este gesto de forma semanal, sobre todo en las
piernas, para estimular la circulación y tonificar la zona.
Día 2. Baño de té: Se prepara una infusión (2 litros de agua) de
manzanilla y romero (esta es más fácil de encontrar en un tienda naturista), y
si se puede, se añade lavanda en hoja seca, para un extra de aroma y relax. La
idea es terminar la ducha aplicando la infusión sobre todo el cuerpo. Tahone
Jacobs recomienda no lavarse para quedarse con el aroma.
Día 3. Pediluvio. Lo ideal es comprar sal de Epsom en la farmacia
-aunque se puede recurrir a una sal marina-, y echar cuatro cucharadas en un recipiente
lleno de agua tibia, al que se añaden 10 gotas de aceite esencial de lavanda.
Se sumergen los pies durante cuarto de hora y se lava con agua fría. El efecto
relajante y descongestionante es inmediato. Un truco: colocar unas canicas o
piedras redondas decorativas en el recipiente, y presionarlas con los pies.
Día 4. Exfoliación de manos: ¿Quién no tiene en
casa un limón, azúcar, miel y aceite de oliva? Jacobs propone mezclar una
cucharada de miel con dos de azúcar -mejor morena-, y aceite. La pasta se
aplica en las manos y se masajea lentamente. Tras aclararlo, se introducen los
dedos dentro del limón, que previamente se ha partido por la mitad. ¿El toque
final? Una crema ultra hidratante. Y si se tiene manteca de karité, el
resultado es espectacular.
Día 5. Mascarilla facial. Se mezcla una cucharada sopera de yogur natural o
griego (importante que no sea desnatado) con una cucharadita de miel, y se
aplica sobre la piel limpia y seca. Tras 15 minutos se retira con agua tibia.
La fundadora de Pur Perr señala que esta receta ayuda a eliminar bacterias de
la piel y deja el rostro fresco y suave. Lo cierto es que a la mañana
siguiente, se nota que la tez está más descansada...
Día 6. Exfoliación de labios. Otro truco para practicar durante todo el año.
Consiste en aplicar miel sobre los labios como si fuera un bálsamo al uso, y
sobre ella, se extiende una fina capa de azúcar, que se frota suavemente por la
zona. Y adiós a las pieles secas y pequeñas arruguitas.
Día 7. Exfoliación sublime. Para el último paso, Tahona Jacobs recomienda usar exfoliante,
que incluya una combinación de sal marina y de Epsom. La experta recomienda
aplicarlo sobre la piel húmeda (mientras uno se ducha) y frotar primero
ligeramente y después masajear de forma enérgica.
¿El resultado final? Después de una semana de cuidados intensivos -no
olvidemos que la piel del cuerpo no se mima tanto como se debiera-, los frutos
se notan. Hay menos granitos en la espalda, las piernas 'brillan' más cuando se
aplica la hidratante, y el bronceado permanece aunque ya hayan pasado semanas de
no tomar el sol.
Fuente yodona. com
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